Con el título "Las respuestas de Valentina", el pasado domingo la escritora ALMUDENA GRANDES trataba en su columna de El País Semanal el tema de la alternativa a la religión en las escuelas. Más o menos velado, el debate abierto en nuestro colegio existe también en muchos otros y con argumentos similares:
…“Durante unos minutos se armó tal bronca que en realidad no llegó a entender casi nada de lo que se decía, pero le dio igual, porque conocía todos los argumentos de memoria. Las respuestas también, y las fue soltando a buen ritmo, no, en alternativa los niños no podían dar clase porque eso sería discriminatorio, tampoco, el porcentaje de los alumnos que elegían una u otra opción no era relevante, no, no se les podía poner a hacer deberes porque eso sería una ventaja, tampoco, no podían salir antes de clase por los mismos motivos, ya, ya sabía ella que la religión podía enseñarse en las parroquias, pero la ley es la ley es la ley es la ley es la ley es la ley... Siempre igual, siempre lo mismo. Y, como siempre, los padres que habían optado por la enseñanza religiosa de sus hijos habían estado tan callados como si no tuvieran nada que decir. O como si supieran que, por encima de la aritmética, en este país algunas mayorías parecen eternamente condenadas a ser minorías, y viceversa.”
1 comentario:
Gracias Rafa. Cuando leí el artículo pense que parecía que Almudena Grandes había pasado por nuestro colegio o había leído el blog porque era como el colofón de nuestras discusiones.
Ya sabemos que esto es antiguo en nuestro país, los cambios cuestan ¿algún día se conseguirá que triunfe la razón?
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