Seguiría sin haber monitores especiales, pero con una distribución horaria como ésta, los tutores de ambos grupos coincidirían en una misma aula de alternativa, sumando así su capacidad pedagógica. Por ejemplo, ambos tutores podrían alternarse para impartir la asignatura o, mejor aún, colaborar para buscar y desarrollar los contenidos más apropiados según el curso.
Finalmente se me ocurre que, a falta de algo oficial, las horas de alternativa podrían ser una buena oportunidad para que los profesores aplicasen su imaginación y creatividad para desarrollar unos contenidos apropiados para la alternativa, según también sus propios conocimientos, aficiones, habilidades... Estoy convencido de que, aparte de lo que son los contenidos mínimos oficiales que debe impartir todo colegio, hay miles de cosas bonitas e interesantes que enseñarles a los niños de estas edades: pienso, por ejemplo, en teatro, ajedrez, manualidades, algún deporte en concreto, modelado, informática... No es tan raro. Cuando yo era niño en mi colegio (también público) se realizaban de vez en cuando actividades de este tipo.
En fin, no sé si todo esto suena demasiado utópico, pero aquí os dejo esta propuesta por si puede ser de alguna utilidad.
RR
2 comentarios:
Suscribo esa propuesta. La veo sensata y factible. Y cierto, las horas de Alternativa pueden llenarse de contenido con mil y una actividades sugerentes e interesantes.
Yo imparto Alternativa en 1º ESO ( con pocos alumnos, la verdad) y me he propuesto con ellos realizar un pequeño escenario y objetos de atrezzo para la obra de teatro que quiere representar el grupo del instituto.
Y a ver si los padres y madres de nuestro colegio se pronuncian para que tengamos la sensación de no ser "bichos raros".
Manuel.
No existe ningún colegio laico en España señor los ceips son aconfesionales, es una gran diferencia,por cierto si no conoce el funcionamiento interno que está hablando...
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